Esto incluye tanto la comunicación verbal como no verbal, y abarca desde la comunicación jerárquica (superiores a subordinados) hasta la horizontal (entre compañeros). Es muy importante que la información no se distorsione. Todos los colaboradores deben tener acceso a los datos necesarios para hacer su trabajo bien.
Para poner en práctica una comunicación eficaz en el entorno laboral, los colaboradores deben adoptar varias estrategias clave:
Escuchar activamente: La escucha activa es la base de una comunicación efectiva. Los colaboradores deben enfocarse en lo que el otro está diciendo, sin interrumpir, mostrando interés y comprensión. Esto no solo mejora el entendimiento, sino que fortalece las relaciones dentro del equipo.
Claridad y concisión: Explicar las ideas de manera clara y directa, evitando jergas o ambigüedades, asegura que el mensaje llegue correctamente a todos los destinatarios.
Adaptarse al público: Cambiar el tono, el lenguaje y el formato de la comunicación según el receptor ayuda a entender mejor. Por ejemplo, un informe escrito es diferente a una conversación informal.
Fomentar la retroalimentación: La retroalimentación es esencial para mejorar continuamente. Los colaboradores deben sentirse cómodos dando y recibiendo comentarios constructivos que ayuden a perfeccionar tanto los procesos como las habilidades comunicativas.
Uso adecuado de canales de comunicación: Elegir el medio correcto para cada mensaje (correo electrónico, reuniones, mensajería) mejora la eficiencia. Esto también ayuda a evitar la sobrecarga de información.
Ser proactivos: En vez de esperar a que los problemas se resuelvan solos, los colaboradores deben identificar obstáculos. También deben buscar soluciones y comunicar sus preocupaciones a tiempo.