El trabajo siempre ha jugado un rol central en nuestras vidas, nos permite cubrir nuestras necesidades económicas, emocionales, sociales, nos genera seguridad llevar a cabo actividades, ser responsable de su ejecución y presentar resultados con éxito, esos momentos ideales para potenciar lo mejor de nosotros. El trabajo nos aporta autonomía personal, el desarrollar habilidades sociales para llegar a una realización personal y profesional. Sin embargo, realizar las actividades sólo por nuestra cuenta se puede tornar difícil.
Trabajar en equipo trae indudablemente grandes beneficios, la cooperación, tareas asignadas; son múltiples los puntos a favor que resultan de una actividad en colaboración. Según un estudio realizado por el Observatorio de Innovación en el Empleo (OIE) de Adecco, el 52,3% de los jóvenes opinan que el trabajo en equipo es la competencia más buscada por las empresas, seguida por la habilidad comunicativa (33,3%) y la creatividad (14,4%). Además, se muestran confiados en sus propias posibilidades, ya que el 44,7% afirma destacar precisamente en trabajo en equipo. Sin duda, el trabajo en equipo es un aspecto fundamental para llegar a resultados de éxito con mayor facilidad. La gestión de equipos suele ser un aspecto de compromiso, debido a que influyen diversos factores para su ejecución. Mi nombre es Carlos González, soy gerente en el centro de servicio de Querétaro, donde día con día busco motivar a mi equipo de trabajo por medio de diversas técnicas, como el coaching ejecutivo, lluvia de ideas, análisis de problemas, participación en la resolución de problemas, son herramientas que me facilitan la interacción con mi equipo.
En ocasiones se torna complicado que el equipo se mantenga motivado, sin embargo, con comunicación constante, haciendo participes a los miembros del equipo, dar reconocimiento y resaltar lo positivo, propician resultados sanos y de alto impacto.
El liderazgo en los equipos de alto rendimiento es imprescindible, los líderes no sólo son responsables de asignar actividades o medir indicadores, parte de esto también es acompañar a sus miembros del equipo en el descubrimiento o potencialización de sus habilidades, es a través de la aceptación y la confianza que mejoran el desempeño de los miembros desde su rol de participación, comunicar en todo momento. Señala Raciel Sosa (2019) en la revista Forbes que ser un gran comunicador no es lo mismo que ser un gran hablador. Se trata de calidad, no de cantidad.
Si tuviera que compartir un consejo a todos aquellos lectores que lideran y gestionan equipos de trabajo, sería la escucha activa, el liderar desde una postura de apertura. Por otro lado, el establecimiento claro de metas, definir los roles de cada participante y verificar periódicamente resultados según indicadores. La comunicación y el compromiso son los ingredientes principales para el éxito del equipo.
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